FELICIDADES A JMV

Hoy 18 de julio nos unimos en la oración a todos nuestros hermanos que integran las Juventudes Marianas Vicentinas, no solo en la Provincia de Bogotá o en Colombia, también a todos los jóvenes y los grupos que en el mundo recrean el carisma vicentino y se unen a la invitación de nuestra Madre María Santísima en su primera aparición a Santa Catalina Labouré, y con un abrazo grande los felicitamos en esta fiesta especial

En la noche del 18 de julio de 1830 María Santísima escoge a Sor Catalina, una joven en la etapa de noviciado de las comunidad de las Hijas de la Caridad en Francia para conversar con ella y encomendarle misiones importantes.

Compartimos con ustedes algunos detalles de esta primera aparición apoyándonos en el libro: “Catalina Labouré: La Mensajera del Cielo”, escrito por Sor Anne Prevost.

"El 18 de julio de 1830, en vísperas de la fiesta de San Vicente a quien quiere tanto, Catalina acude a este santo que le había mostrado su corazón desbordante de amor, para que su gran deseo de ver a la Santísima Virgen se cumpla por fin. A las once y media de la noche, oye que la llaman por su nombre.

Al pie de su cama, un niño misterioso la invita a levantarse:

« La Virgen María te espera »

dice. Catalina se viste y sigue al niño cuyos destellos iluminan todo a su paso.

Llegan a la capilla, Catalina se detiene cerca del sillón del sacerdote situado en el presbiterio. Oye entonces como el “frufru” de un vestido de seda.

«He aquí la Santísima Virgen »

dice su pequeño guía. Duda en creerlo, pero el niño repite en voz más alta:

« He aquí la Santísima Virgen. »

Catalina corre a arrodillarse ante María sentada en el sillón.

Entonces, de un salto, me puse de hinojos, en las gradas del altar, apoyadas las manos en las rodillas de la Virgen Santísima.

Allí, pasó un momento, el más feliz de mi vida. Sería imposible decir lo que experimenté. La Virgen me dijo cómo debía portarme con mi confesor y varias otras cosas.

Catalina recibe el anuncio de una misión y una petición: que se funde una Cofradía de las Hijas de María. Lo que hará el Padre Aladel el 2 de febrero de 1840."

El relato de la aparición del 18 de julio de 1830 traza la experiencia de un Amor que transporta. Para Sor Catalina, el mensaje de esta Aparición es, ante todo, acogida del Amor y responsabilidad para irradiarlo. Los 45 años de vida misionera de Sor Catalina, vividos en la discreción y el silencio, nos hacen pensar que la experiencia espiritual de aquella noche del 18 julio le ayudó a comprender, en lo más hondo de sí misma, en qué consiste la misión. No es un acto de voluntad que depende de nosotros, sino que es “Vida de Dios” que nos modela, nos despoja, penetra en nosotros y se hace fecunda. 

Junto con Sor Catalina, aprendamos a dejar que Cristo nos encuentre, nos mire; aprendamos a exponernos a su mirada para aprender a ver el mundo como Él lo ve. Abramos nuestro corazón a la belleza y humildad de María, “Estrella de la evangelización”, para llegar a ser como Ella, reflejo de la Bondad y de la Humildad de Dios. Dejemos que el Espíritu haga surgir en nosotros “una nueva creación” para amar al mundo y ordenarlo según el Reino de Dios.
FELICIDADES JMV